La Promesa: Curro descubre el veneno secreto de Lorenzo
**La Promesa: Curro descubre el veneno secreto de Lorenzo (spoiler extendido)**
En el nuevo giro dramático de *La Promesa*, Curro queda al borde de un descubrimiento que puede cambiarlo todo: el veneno oculto que Lorenzo empleó para ejecutar maniobras letales. Lo que parecía una serie de coincidencias y muertes misteriosas ahora empieza a revelar un hilo mortal que conecta directamente al capitán con el asesinato de Jana y otros crímenes sin resolver.
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Las sospechas que cobran forma
Desde hace tiempo, Curro alberga la hipótesis de que la muerte de su hermana Jana no fue un accidente ni una desgracia: fue homicidio. Él sabe que algo turbio rondaba aquel episodio, y ha dedicado cada minuto libre a investigar pistas dispersas que apuntan a alguien con conocimientos, acceso y motivación. Con el apoyo de Pía y Lope, ha venido rastreando rastros de sustancias tóxicas y signos de manipulación. En uno de esos avances, Curro y Pía descubren que el cadáver de Jana tenía un tono azulado en la piel, uñas y lengua, un signo clásico de intoxicación por cianuro. ([RTVE][1])
Pero las implicaciones no se detienen ahí. El equipo de investigación descubre que el cianuro no provino de un lote externo, sino que fue disfrazado dentro de objetos aparentemente inocuos que ya estaban dentro del palacio: una joyería que se acerca a la casa familiar, un estuche misterioso, una pulsera barata con un compartimento oculto… Curro comprende que el veneno estaba ingresando a La Promesa bajo la cobertura de artículos cotidianos, sin levantar sospechas. ([Diez Minutos][2])
Es precisamente ahí cuando la mirada de Curro empieza a volcarse sobre Lorenzo. Según versiones recientes, Curro está convencido de que Lorenzo encargó el veneno para Jana, y también lo responsabiliza de la muerte del doctor Gamarra, un testigo clave que fue silenciado. ([RTVE][3]
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El hoque directo entre Curro y Lorenzo
Con los indicios adquiridos, Curro decide confrontar a Lorenzo. En un momento cargado de tensión, el lacayo lo encara con todo el peso de sus sospechas: “Fuiste tú”, le dice, exigiendo explicaciones sobre las muertes que han estremecido a los Luján. Este esperado enfrentamiento —que fue uno de los momentos más comentados en la audiencia— se interrumpe dramáticamente, dejando la confrontación en suspenso. ([elDiario.es][4])
El ambiente se sacude cuando Curro acusa directamente al capitán de la Mata: no solo de asesinar a Jana por el cianuro, sino de urdir maniobras para borrar pruebas y silenciar posibles testigos. Lorenzo, por su parte, responde con ira y negaciones, advirtiendo que está preparado para contraatacar. ([RTVE][3])
Mientras tanto, Pía observa con el corazón en vilo. Sabe que acusar a Lorenzo es arriesgado, pero también comprende que Curro necesita pruebas sólidas para que su denuncia no se vuelva contra él. Su lealtad queda dividida entre la certeza del dolor y la prudencia ante lo desconocido. ([Gernews][5])
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El veneno revelado: un arma disfrazada
La pieza clave del rompecabezas es el modo en que el veneno fue introducido: mediante joyas o componentes de objetos comunes. Eso permitió que el cianuro cruzara los muros del palacio sin llamar la atención. Curro advierte que Lorenzo no solo tenía acceso, sino conocimiento de químicos y métodos de veneno, lo que lo convierte en un enemigo mucho más peligroso. ([Gernews][5])
Además, investigaciones paralelas sugieren que Lorenzo podría haber encargado el asesinato no solo de Jana, sino también del doctor Gamarra, pues este último representaba un testigo incómodo. Al silenciarlo, tendría menos riesgos al revelarse la verdad. ([RTVE][3])
Curro, con el veneno y las pistas en mano, se convence de que Lorenzo ha sido más que un oponente: ha sido el arquitecto de múltiples tragedias en La Promesa.
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Consecuencias y tensión al límite
Tras el momento de acusación, el palacio entero queda en vilo. Los rumores corren, las miradas cambian y nadie sabe en quién confiar. La confrontación entre Curro y Lorenzo no es solo personal, es una batalla por la justicia, por recuperar la memoria de Jana y por la supervivencia de quienes aún viven bajo la sombra del capitán.
Lorenzo, herido en su orgullo, planea una respuesta. Puede negar, contraatacar, amenazar o destruir pruebas. Curro, por su parte, sabe que acusar sin evidencias firmes puede volverse en su contra. Pero su impulso no es ya solo el deseo de venganza: es una búsqueda de verdad y reparación.
Pía se encuentra en una encrucijada. Su apoyo a Curro pone su propia posición en riesgo, pero no puede retroceder. Su compromiso con la justicia y con la memoria de Jana la empuja a seguir adelante, aunque el peligro crezca.
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¿Qué viene ahora?
Se abre un escenario decisivo: Curro debe conseguir la prueba definitiva que enlace el veneno con Lorenzo de forma inequívoca. Un objeto oculto, una confesión robada, un acto desesperado. Todo puede inclinar la balanza.
Mientras tanto, Lorenzo no va a quedarse cruzado de brazos. Su respuesta puede implicar la destrucción de evidencia, confrontaciones directas y tácticas de intimidación. La batalla entre ellos no es solo de poder, sino de moralidades enfrentadas.
El descubrimiento del veneno por parte de Curro no solo cambia las reglas del juego: revela que la violencia en La Promesa no es accidental, sino calculada. Lo que era un misterio aislado ahora se vuelve un complot profundo, con Lorenzo como principal sospechoso.