La Habitación Secreta se estrena el día de la boda | LA PROMESA PREVIA DEL 18 AL 27 DE SEPTIEMBRE
En La Promesa, cuando parece que todo vuelve a la calma tras la boda de Manuel y Jana, la tensión se eleva de nuevo con la aparición de viejos secretos, confesiones inesperadas y una amenaza que regresa desde las sombras. Nada está realmente en paz dentro del palacio, y lo que parecía un nuevo comienzo se convierte en el preludio de una tormenta aún más intensa.
La tranquilidad dura poco, porque dos revelaciones estremecen a Manuel: tanto Catalina como Diana lo enfrentan con verdades que lo obligan a mirar a su madre con otros ojos. De pronto, Cruz ya no parece esa mujer intocable que él veneraba. Pero la pregunta que flota en el aire es aún más inquietante: ¿quién mueve los hilos desde las sombras? La respuesta tiene un nombre que provoca escalofríos: Leocadia. Ella observa, calcula y espera el momento exacto para dar el golpe.
La Promesa: Tomás conocía la habitación secreta
En medio de estos terremotos emocionales, Catalina, cansada de humillaciones y con el peso de su embarazo, toma una decisión firme: hacer las maletas y abandonar el palacio para marcharse con su tía Clara. La joven sabe que criar sola a su hijo será un desafío, pero prefiere la soledad a seguir bajo el yugo de su madre y de las críticas constantes.
Pero los secretos no tardan en desbordarse. Bajo los suelos del palacio, finalmente Lope y Marcelo logran forzar la entrada al pasadizo oculto que tanto los intrigaba. Allí, en medio de la penumbra, descubren un espacio impregnado de dolor. Las paredes parecen cargadas de un silencio insoportable, y en el centro de la estancia se alza una cuna que hiela la sangre. El hallazgo deja claro que esa habitación encierra una historia oscura que cambiará para siempre la percepción de todos sobre la familia Luján.
La boda, que debía ser un canto al amor, se convierte en un campo de batalla. Cruz, decidida a impedir el enlace, cuenta con la complicidad de Petra, quien encierra al padre Samuel y a María Fernández en el despacho de Manuel, impidiendo así la ceremonia. El sacerdote y la doncella quedan atrapados, mientras la marquesa celebra su maquiavélico triunfo convencida de haber encontrado el modo perfecto de frustrar a su hijo.
Sin embargo, ni siquiera esa estratagema logra impedir el matrimonio. Manuel y Jana logran unirse, aunque la ceremonia se ve ensombrecida por la ausencia de seres queridos como Tomás, Leonor, Fernando, Margarita y el barón Juan. Además, otra ausencia duele particularmente: la de Martina. La joven no asiste, pero Curro revela que ella conoce toda la verdad sobre el pasado de los novios, un secreto que aunque sorprende, libera finalmente a los enamorados de un peso enorme.